lunes, octubre 27, 2014

¿Y Europa qué piensa de ésto?

cómo traicionan
el patrimonio
mientras el gringo
nos cobra el triple

cómo traicionan
usté y los otros
los adulones
y los seniles

por eso digo
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe

Mario Benedetti

¿De qué os reís todos, con esas medias sonrisas entre cínicas y venenosas? Lo mejor que nos está pasando en estos últimos años es que la prensa (me refiero a la nacional) se haya decidido a ser de una vez por todas el Cuarto Poder. Por culpa de eso podemos ver a los políticos, a muchos de ellos, reír, sonreír, mientras salen por sus bocas las mentiras, los engaños, y las falsedades más grandes que hubiéramos podido imaginar. Y gracias a esa decisión de retomar el poder otorgado hace ya siglos, el cuarto nada menos, ponemos caras a los corrompidos, cifras a lo robado, y caras también a los vecinos indignados quienes, probablemente, han sido desahuciados, están en el paro, o les han quitado las ayudas a sus familiares dependientes.
Es que no nos quedan palabras para definir lo que está pasando en este país. La podredumbre con la que cada mañana nos despertamos, la corrupción instalada en todas las instituciones. Y, cuando uno espera que los responsables, los gobernantes de este país, salgan y expliquen, expliquen, además de pedir perdón, cuando se esperan ceses y dimisiones fulminantes, aparece en las pantallas, en las fotos de los periódicos, se escucha por las ondas de las radios, la necesidad de dejar trabajar a la Justicia. ¿Y los medios para que eso sea posible?
Lo que hoy mismo se ha descubierto,  ha ido sucediendo a lo largo de muchos años. A la falta de medios de la Justicia, hay que añadir la obstrucción a ella por parte de ustedes, de los políticos responsables, disfrazada de buenas palabras, “hay que dejarla trabajar”, y ya se rumorea que se quitarán al juez Ruz de encima.
Responsabilícense ustedes de sus corruptos, que son de ustedes, échenles, oblíguenles a que devuelvan el dinero. Porque de lo contrario, la Justicia, cortapisada por ustedes, parasitada por ustedes, no va a conseguir que veamos a sus inmundos en la cárcel, por lo que no habrá Justicia, ya que eso requiere rapidez para que la gente no se les subleve y decida tomársela por su mano.
Déjense ya de atascar los tribunales con el tema de Cataluña, por ejemplo, dejen que la gente vote cuando quiera, eso es Democracia, término del que se les llena a ustedes la boca. Democracia, votar, decidir. Lo que hacen ustedes y los suyos, es delinquir, organización criminal están llamando en los medios a la operación de hoy, con más de cincuenta sinvergüenzas detenidos.
Váyanse de una puñetera vez y déjennos respirar, volver a vivir. Que España apesta por culpa de ustedes. Que tienen ustedes corruptos, como le dije en su día al ayuntamiento correspondiente, hasta los premios literarios.






martes, octubre 14, 2014

Judes, viejos caminos



El mes de octubre en Soria, con el otoño adolescente, todavía la tierra caliente y preparada para dar los frutos tan apetecidos, es para mí el más hermoso de todos los meses. El elegido para las salidas por puro placer. Se olvida una de los desfachatados políticos. De los sinvergüenzas de las tarjetas negras como su conciencia. De la Santa Constitución, que parece creada para complicar la vida de los ciudadanos. Del bombardeo mediático intensificado antes de cada una de las convocatorias electorales. De la desfachatez de laboratorios y farmacéuticas que investigan a toda velocidad para combatir un virus en Europa que ya ha matado a miles de personas en el Tercer Mundo.
Y ya es difícil olvidar todo eso por unas horas, pero si el destino elegido es el Sur de la provincia, las sabinas de la Sierra del Solorio, el pueblo de Judes y, principalmente los amigos que allí viven de vez en cuando, Pilar, Valentina y Santi, con seguridad que se consigue. Luego se vuelve a la podredumbre, pero eso lo lleva implícito el acto mismo de vivir en este mundo que se nos cae a pedazos.
Parece difícil que después de los años todavía se puedan descubrir rincones maravillosos en Judes, pero así es. Monte a través, el Moncayo al frente, Beratón vislumbrándose (parece increíble, pero son cosas de la altura), y los viejos caminos señalados por Santi, que a mí se me antojan (tanto ellos como las enormes piedras que los delimitan, y otras que parecen colocadas por titanes) restos de un castro. Pero, como se lamenta mi amigo, nadie investiga esa zona de Soria tan interesante. Es lo que tienen los pueblos frontera, que son sugestivos, tienen más interés que otros, pero nadie se emplea a fondo en la investigación de ellos. Y eso, que nos roba el conocimiento, va creando a la vez un halo de misterio, será por eso que durante toda la excursión se fue afianzando la creencia de que pisábamos sobre un castro.
A la salida del monte, a orillas de la fuente Farzazosa o de Farzazoso, cuya agua cura afecciones de la piel, suministra barro para hacer figuritas, me dice Pilar, y a su vera se destilaba espliego, en ese paraje, la tierra se va preparando para recibir la sementera.
Y un poco más tarde, Pilar esperándonos con el banquete ceremonial y de agasajo. Y las nogueras lanzando nueces a la orilla misma de otro viejo camino.

Doce habitantes. ¡Estos sí que son los señores de la tierra! Aunque estoy segura que preferirían compartirla. Judes, cruce de caminos con hospital (en su día) para transeúntes, caminos que unían, que unen, tres provincias. Pueblo frontera y, por eso, evocador y misterioso.