lunes, mayo 26, 2014

Felicidades, Poderosos currantes


Ya sé que los integrantes de Podemos no se consideran herederos del 15-M, pero habrá que convenir en que todo comenzó ahí. Por eso anoche, cuando a las once se supieron los resultados de las elecciones europeas, lo primero que pensé fue que José Luis Sampedro podría haber tardado un año más en morir, qué prisa le corría si había vivido ya 96 años.
Sampedro, temeroso de que se destruyeran los valores de Verdad y Justicia, como de hecho está sucediendo, hubiera disfrutado con los resultados electorales de Podemos como el joven en cuerpo de anciano que era. Y hubiera podido comprobar cómo esos medios de comunicación, en manos de los que mandan, según sus propias reflexiones (con las que la mayoría estamos de acuerdo) se han tenido que rendir a la evidencia, aunque ya vendrá el tío Paco con la rebaja. Ya se sabe que la calumnia, las verdades a medias y la maledicencia se encuentra imbricada en la sociedad a todos los niveles, desde los susurros hasta algunos medios de comunicación, pasando por las barras de los bares.

Pero aquí y ahora es el momento de las felicitaciones, bien merecidas, a todos los que han hecho posible el resultado electoral de Podemos. Han trabajado mucho y bien, desde la libertad de pensamiento, desde lo asambleario, sin cuotas, sin préstamos bancarios, con la fuerza que da la razón, que es la mayor fuerza con la que cuenta el ser humano. Y desde ese pensamiento libre y las manos limpias, sólo nos queda esperar que nada entorpezca su caminar con y para la gente que ha confiado en ellos.

domingo, mayo 04, 2014

Carmelo Romero, Pablo Iglesias y PODEMOS

Foto: Paco Castro

“A los miserables se deben los Decretos que han aniquilado la Nación, a ellos se deben toda clase
 de abusos, de ellos han nacido toda clase de persecuciones, de ellos proviene el desorden de la Hacienda, la miseria de los pueblos y por consiguiente de la Nación, el tráfico de los empleos públicos; en una palabra el envilecimiento de la nación que lejos de ser honrada y respetada cual se merece por sus sacrificios, está hoy sumida y abatida”.
Libro de sesiones de Bustarviejo (Segovia).
Con motivo de la proclamación de la Constitución de 1869


Fue el soriano de Pozalmuro Carmelo Romero Salvador, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza y escritor, el encargado de presentar a Pablo Iglesias Turrión, el pasado viernes, 2 de mayo, en el salón de actos del campus universitario de Soria. Ya lo hizo con el padre de Iglesias, Javier, veintiocho años atrás, cuando éste se presentara a las elecciones por Izquierda Unida, organización que, con tal nombre, acababa de ser fundada.
Ya es una garantía que haya sido Carmelo Romero el introductor en Soria de Pablo Iglesias, pues este intelectual profundo, me refiero a Carmelo, que nunca va de tal, pudiendo hacerlo más que nadie, conoce muy bien los intríngulis (tanto en la dificultad como en la razón oculta) de la Historia en general y de la de Soria, en las últimas décadas, en particular. Y fue capaz en el tiempo, corto para mi gusto, que dedicó a la presentación, de exponer con claridad capaz de ser entendida por todos (es la grandeza de los verdaderos intelectuales), de dar a conocer la situación actual de esta España de nuestras desdichas.
Avisó de la contrarrevolución social que son muy capaces de llevar a cabo los partidos mayoritarios cuando vean –y ya lo están viendo- que sus prebendas y sus bolsillos se van a ver seriamente afectados, por lo que, dijo, es necesario decir no a la regeneración del sistema desde el propio sistema, y sí a un cambio profundo que sólo puede darse con un nuevo sistema constituyente.
No se debe caer en la desesperanza porque “el fantasma del fascismo cabalga sobre la desesperanza, el vientre que parió al fascismo encuentra un caldo de cultivo en la falta de esperanza”, “aún es fecundo el vientre que parió al fascismo”, dijo Bertolt Brecht, y recordó Carmelo.
Pablo Iglesias vivió en Soria durante unos doce años de su vida, que transcurrieron por varios colegios de la capital, hasta que a los 13 años se trasladaron al ser despedida su madre, trabajadora como interina en alguna dependencia de la Junta de Castilla y León.
Este joven, que viene con aire fresco y unas ideas políticas que se les suponen interiorizadas y previamente mamadas, centró su charla en el poder de la ciudadanía, santo y seña de su programa. En la necesidad del protagonismo político de la gente arrebatándoselo a la casta política. En la necesidad de decir no a Europa. Entre otros muchos, ofreció un dato para la reflexión: el setenta por ciento de los billetes de quinientos euros de la eurozona, circulan por España. Corrupción que no es un asunto de manzanas podridas como nos quieren hacer creer, sino algo mucho más grave, instalada en todas las administraciones y que va más allá del ejercicio de la propia actividad política del individuo ya que “quienes ocupan un cargo público porque han sido elegidos y se aprovechan de ello después para forrarse, debería ser delito”.
Claro, seguro, conciso, sin insultos, profundo, deduciendo e induciendo, con las pausas justas para mirar un papelito en el que se adivinaban unas líneas maestras, sin buscar el aplauso que le llegaba naturalmente porque tenía a la gente enganchada, como minutos antes la había tenido Carmelo Romero.
El acto estuvo organizado por el círculo PODEMOS, de Soria, que está haciendo un trabajo encomiable y entusiasta, y ojalá todo el esfuerzo se vea premiado y apoyado por todos aquellos que todavía piensan, y somos muchos, que la regeneración de la vida política, desde los ciudadanos y para los ciudadanos, es posible.
El salón se quedo muy pequeño. Alrededor de cuatrocientas personas escucharon, durante dos horas, atentamente y sin moverse de los asientos, o del suelo que servía de tal, y sin marcharse aquellos que permanecían de pie. Todas las edades estaban representadas. Dentro del límite horario, intervinieron quienes y en el sentido que quisieron. Y, tal y como sucediera en la presentación de PODEMOS, en el Espolón, hubo muy poca representación de intelectuales sorianos o representantes de la Cultura. Pero este es tema para otra entrada. Tal vez estén ya instalados en otras comodidades.





jueves, mayo 01, 2014

Estado aconfesional, y olé



Ilustraciones: Revistas Mongolia y El Jueves

Los niños, cuando se les reprende sobre lo mismo, con idéntico tono de voz, a la cuarta no escuchan, tal vez ni tan siquiera oigan, y siguen haciendo lo que les apetece. Es como un juego. Con la Constitución Española sucede otro tanto. La mayoría de los españoles, firmantes o no de la Carta Magna, apenas recuerdan de ella cuatro cosas: que todos tenemos derecho a vivienda y trabajo, en especial. Como esto es lo primero que ningún gobierno desde entonces ha cumplido, pues nadie cree en ella. Los políticos, en cambio, se la tiran a la cabeza de manera constante, en el Senado, en el Congreso, hasta en los ayuntamientos más pequeños, pero nadie les hace puñetero caso.
¿Alguien se acuerda del artículo 16.3 –yo he tenido que buscarlo- donde se dice: Ninguna confesión tendrá carácter estatal? Y si lo recuerda, sucede otro tanto que con lo del trabajo y la vivienda. Porque los mismos políticos que se pasan por la entrepierna lo uno, se pasan también lo otro.
No se comprende sin la reflexión chusca y manida anterior, que un jefe de Estado de una nación aconfesional, y su real consorte, en nombre y representación de todos los españoles, vayan al Vaticano a formar parte de una ceremonia absolutamente religiosa, como es la santificación de dos personas, y se inclinen y besan la mano del jefe de la Iglesia Católica. Eso sí, la consorte vestida de blanco y con la peineta de teja encima de la cabeza, privilegio decimonónico de las reinas católicas, aunque ella naciera ortodoxa.
Pero si esto podría justificarse, tal vez, quizá, acaso, cogiéndolo con pinzas, como representación de un Estado en otro Estado, eliminando las inclinaciones y eso, lo que ya no tiene ninguna explicación son las mamarrachadas de algunos políticos, que no se sabe muy bien si analizarlas en serio, no hacer ni caso, o cabrearse como un mono cuando le quitan el plátano.
Los nombramientos honoríficos y condecoraciones a las vírgenes son un esperpento de difícil clasificación. Si aquella mujer, María de Nazaret, que probablemente existió, y fue madre de un nacionalista, revolucionario, o como se le llamara entonces, que se negaba a la ocupación romana, levantara la cabeza o resucitara de verdad, y viera lo que se está haciendo con su memoria, o volvía a morirse o enviaba una lluvia ácida u otra calamidad similar, o las siete plagas directamente.
¿Pero a qué mente o demente se le ocurre condecorar, poner bandas, nombrar alcaldesas perpetuas o colocar medallas al mérito policial a esculturas de madera, escayola, o piedra?
¿Es que padecemos todos los españoles una enfermedad mental colectiva capaz de convivir con células madre, satélites, redes sociales y actos de este calibre sin inmutarnos? ¿O, tal vez, aquellos que las perpetran son las ramas perdidas de la teoría de la evolución?
Sea lo que sea, es grave. Porque además de estas condecoraciones y nombramientos, y por si fuera poco ver a un jefe de Estado y consorte en esa situación ante una religión, tenemos que tragarnos a las ministras con las tejas en las procesiones; soportar que una responsable de empleo agradezca a la Virgen del Rocío algo, no sé bien qué, pero algún contrato de trabajo a tiempo parcial; y tragar con un ministro afecto a alguna secta, o alguna rama de la religión católica,  que en un momento de su vida se cae del caballo.
Y la Iglesia Católica, justo es decirlo, no tiene la culpa de esto. Pero la jefatura, con su habitual voracidad, aprovecha esta circunstancia (así se las ponían a Fernando VII), y va escriturando edificios, lo mismo les da la mezquita de Córdoba, que un casetaño, que la ermita en ruinas de la virgen de los Tontos Útiles.
¡Y que esto esté pasando en un país de Europa!